Esto es otra cosa…
Siento que tienen que pasar más días para que podamos entender en y con, el cuerpo y la mente, que es lo que verdaderamente está pasando y va a pasar, más allá de nuestros deseos y buenas intenciones de luchar y de defender derechos.
Creo que tienen que pasar algunos días para poder pensar y decir, para entender el presente y el futuro que nos esperan. Entiendo que en la desesperación digamos cosas como “una lloradita y a seguir luchando” acompañado de una foto de las abuelas y las madres.
Pero no se si es así. No se si es tan simple, ni tan fácil. No se cuantas de las que escriben eso están realmente entendiendo lo que sucede. No se si son de las que podrían haber usado más su voz y su influencia y no lo hicieron. No se si se está entendiendo que quizás “salir a la calle” y “seguir luchando” es que te mate un milico a palazos, o adentro de una comisaría después de violarte entre varios. No se que sentido le vamos a poder dar mañana a las palabras que usamos hasta ayer. No lo se.
No tenemos la información necesaria para entender nuestro lugar en los tiempos que vienen. No contamos todavía con los datos que nos permitan entender a qué niveles de crueldad, socialmente avalada y exigida nos vamos a enfrentar.
Intuimos, podemos intuir algunas cosas a partir de ciertas palabras que se usan, destrucción, eliminación, terminar con xxxx. Pero no sabemos de que manera esas palabras se van a escribir en nuestros cuerpos.
Sentimos, claro que lo sentimos, que ganó el odio, el odio a los negros, a los pobres, a los inmigrantes, a los que creen en un mundo que nos contenga a todes, a quienes defendemos los Derechos Humanos, a las feministas a los zurdos a las disidencias, a los sindicatos, a todo lo que implica la construcción comunitaria. Ganó ese odio, y salió a superficie y va a seguir saliendo, legitimado, para conjugar muchos de los verbos que venimos escuchando.
Pero no sabemos realmente que va a pasar, que vamos a poder y que no, de que se va tratar la defensa de eso en lo que creemos y queremos para todes, y si vamos a poder defenerlo, si va a haber un lugar para nuestras acciones y donde.
Porque el mundo es otro, porque los niveles de tolerancia a la crueldad, crecen proporcionales a los niveles de anestesia de las mayorías pasivas, adormecidas por el consumo, que asisten espectadoras de redes sociales a la destrucción de lo humano y de todo lo que está vivo, en todas partes.
Tengo una sensación muy clara de que esto no es el 2015, ni el 76, no es el 2001 ni nada de lo que conocemos. Esto es otra cosa.