Nos siguen violando y matando

Ángel Pascual Ramos, de 23 años, de Laferrere; Tomás Fabián Domínguez, 21 años, de San Miguel; Lautaro Dante Ciongo Pasotti, 24 años, de San Martín; Ignacio Retondo, 22 años, de Vicente López; Steven Alexis Cuzzoni, de 20 años, radicado en Villa Crespo; y Franco Jesús Lykan, 24 años, de Vicente López.

Seis tipos en pleno Palermo violaban a una piba arriba de un auto. La salvó una mujer que hizo la denuncia y se metió para sacarla porque la policía recién llegó a las 3 horas de la primera denuncia. Los detuvieron los vecinos.

Nos violan y nos matan en cualquier lado, hospitales, boliches, la calle, los trabajos, las casas, porque pueden, porque es la forma en la que confirman su masculinidad, porque saben que no pasa nada, que vivimos en una sociedad que nos odia y nos desprecia, que nos trata como cosas para uso y descarte.

Y nosotras ya sabemos que el Estado a través de la Justicia, las fuerzas de seguridad y otros organismos creados para trabajar por nuestros derechos, son parte de esa cultura que convalida los ataques.
Entonces, ¿qué vamos a hacer? No podemos seguir esperando que nos garanticen seguridad y justicia, porque sabemos que no va a pasar.

Acá en estos años recibimos cientos de testimonios de pibas que cuentan que les ponen sustancias en las bebidas, las violan, o logran ser rescatadas por otras mujeres. Los varones se organizan para atacarnos. Hay una metodología para hacerlo. El panorama es aterrador. Y nadie nos cuida ni nos va a cuidar excepto nosotras y nuestras compañeras.
Ya marchamos, ya reclamamos, ya dijimos que el Estado es responsable, ya pedimos justicia, ya educamos, ya dejamos de callarnos. No alcanza.

Hoy, cada día más, todas nosotras estamos en peligro, necesitamos educar a las niñas y a las jóvenes en el autocuidado y en la autodefensa, y necesitamos estar atentas para cuidarnos y defendernos entre nosotras, con o sin violencia.

Necesitamos crear una pedagogía del cuidado entre nosotras y hacerla crecer.

Necesitamos hacer lo que haga falta porque nadie lo va a hacer por nosotras.