Desde mediados de agosto están disponibles para escuchar en spotify los podcasts de “Generaciones Feministas”, un ciclo de diez entrevistas conducidas por Diana Maffía que, en las propias palabras de la entrevistadora, “busca visibilizar los orígenes de los estudios de mujeres y géneros en la Argentina a través de relatos en primera persona de sus protagonistas”.
Las mujeres entrevistadas son Nina Brugo, Catalina Wainerman, Silvia Chejter, María del Carmen Feijoo, Elizabeth Jelin, Patricia Gómez. María Inés Rodriguez, Irene Meler, Carola Caride y Mabel Burín. Ellas militan como feministas desde los años setenta, algunas desde unos años antes también. Nos cuentan su historia y, en especial, nos comparten las formas que encontraron para realizar sus aportes en épocas muy difíciles, como la dictadura, la transición a la democracia y los años 90 con el neoliberalismo. Lograban juntarse cuando estaba prohibido, cuando pensar como pensaban era subversivo e implicaba correr riesgo de vida. Encontraron el modo, cada una desde su saber y con sus herramientas personales. Armaron grupos de reflexión, de investigación, centros de atención, proyectos de educación popular, consiguieron financiación, hicieron publicaciones. En sus relatos aparecen los nombres de otras mujeres que las inspiraron, las ayudaron y compartieron experiencias con ellas, como Eva Giberti, Gloria Bonder, Clara Kushnir, Leonor Calvera, Clara Coria, Estela Rodriguez Giles, Cristina Zurutuza, Ana María Fernández, Safina Newbery, Magui Belotti, Marta Fontenla y Juliana Marino.
Les recomendamos escucharlas, darle lugar a las voces de estas mujeres en sus propias vidas en el contexto actual. Son cercanas, viven entre nosotras, vivieron en contextos desafiantes. Son valientes. Piensan, estudian, reflexionan, leen y ponen su cuerpo a favor de las propuestas y los debates feministas como nosotras, pero empezaron antes que nosotras. Es de ellas de quienes recibimos el fuego, la posta en esta militancia. No estamos solas, nos tenemos y las tenemos.
Les transcribimos, como adelanto, algunas de las reflexiones y consejos que ellas nos comparten en las entrevistas. Ojalá las disfruten y les resulten inspiradoras.
LEGADO – CONTINUIDAD
A las generaciones más jóvenes no les hablaron de feminismo en las familias, en las escuelas. El feminismo para ellas fue novedoso a partir de los femicidios de chicas muy jovencitas, del Ni una menos. Hay una responsabilidad de un sector intermedio entre 1970 y 2015, una generación borrada. Tenemos que ser un puente (Silvia Chejter).
La primera marcha de Ni una menos del 3 de junio de 2015, con 500.000 mujeres en la calle, fue posible porque había 30 años de encuentros de mujeres atrás, redes, autoconvocatoria, marchas. La Casa del Encuentro convocaba el día 3 de cada mes y se juntaban entre 30 y 40 mujeres en Rivadavia y Callao. Pero por los femicidios tremendos de adolescentes que hubo, un grupo de mujeres pensó que había que convocar de otra manera y fue una multiplicación maravillosa (Diana Maffía).
POLITICA
El feminismo sin democracia no puede crecer. Los estudios de género sin democracia no pueden crecer. Es indispensable que exista la democracia (Carola Caride).
Quienes nos acercamos a los estudios de la mujer vehiculizábamos de alguna manera una vocación política que no se había podido expresar por canales oficiales o manifiestos dada la represión política que había en la época. Entonces las reivindicaciones del feminismo parecían más de la órbita de lo privado, políticamente más anodinas en apariencia. Después se reveló que no era así (Irene Meler).
ESTRATEGIAS
Nos seguíamos reuniendo en grupos clandestinos y en 1979 organizamos un seminario que tenía un título muy lavado “Ubicación de la mujer en la sociedad actual”, para que no pudiera denotar algún movimiento. Cuando terminó ese seminario fundamos el Centro de Estudios de la Mujer, con el lema: revisar lo sabido, pensar lo omitido. Por ejemplo, nos preguntábamos ¿Cómo llegamos a ser heterosexuales? Todas teníamos hijos, ¿cómo llegamos a tener hijos, a quererlos, a querer cuidarlos? Estas eran algunas de las preguntas que nos hacíamos y las gestionábamos en el grupo. Necesitábamos un clima de confianza, de confidencialidad para poder hacerlo (Mabel Burín).
Preparamos dos proyectos de ley, uno sobre igualdad jurídica de hijos matrimoniales y extramatrimoniales y otro para que la Argentina ratifique la Convención por la erradicación de la violencia contra las mujeres. La formulación inicial de estos proyectos venía del movimiento de mujeres más que dentro de la institucionalidad. Al día siguiente de que asumiera Alfonsín, los presentamos por mesa de entradas y recorríamos despachos para que algún diputado los tomara (Elizabeth Jelin).
Nos resultó difícil recortar qué transcribirles porque creemos que tenemos mucho que tomar, para pensar y repensar en lo que estas maestras y compañeras nos comparten. Gracias a cada una de ellas, por todo lo que se animaron y se animan a hacer, decir y escribir, porque nos damos cuenta del enorme impacto que eso tiene en nuestras vidas hoy. Y también gracias por dedicar parte de su tiempo y energía hoy para contarnos.