SABERNOS CAPACES DE GOZAR

Audre Lorde en el texto que compartimos en enero se refiere a que la conexión erótica resalta nuestra “capacidad de gozar”, “sirve de indicador del gozo que me sé capaz de sentir, de recordatorio de mi capacidad de sentir”.  Y propone que nos abramos a vivir toda nuestra vida aspirando a esa satisfacción, que no nos conformemos con menos.  Ella nos dice que es posible el gozo físico, emocional, psicológico o intelectual en diferentes experiencias como, por ejemplo, bailar, armar una estantería, escribir un poema o analizar una idea.

A partir de ese texto, en el chat del club de lectura estos días compartimos la vivencia de percibir nuestro cuerpo como una imagen, mirarlo desde afuera con ojos críticos como si fuera un objeto.  Este texto de Audre Lorde viene a corrernos de ese lugar.  Nos invita a entrar en nuestro cuerpo, que esa “imagen” cobre vida y conectar con lo que sentimos.  Nos dice que el gozo es posible para nosotras.

Mientras compartíamos esas ideas y vivencias, mi hija ya adulta me preguntó el otro día si podía subir a su IG una foto de su cumpleaños en la que aparezco yo.  Miré la foto y tuve que hacer un gran esfuerzo para no darle al juicio sobre mi imagen corporal más valor que a muchas otras cosas que esa pregunta y esa foto significan para mí hoy. 

Apoyada en todo el trabajo que hacemos juntas, le pude responder enseguida. Decidí que le iba a dar importancia a que mi hija quisiera compartir una imagen en la que estamos juntas y que estuviera agradecida de que yo la haya acompañado esa noche como lo hice. Como en la foto también está su papá, me conmoví al reconocer todo el trabajo personal que implica para mí desde hace muchos años mantener una relación cordial con él sin por eso renunciar a decir, reclamar e insistir en lo que creo que corresponde. Me convoqué a valorar la responsabilidad y cuidado que pongo en mi relación con mi hija. Prioricé poner el foco en mi cara de orgullo y satisfacción porque estoy contenta con la forma en que estoy eligiendo vivir mi vida.  
Esa foto ahora no es solo una imagen que miro desde afuera y que otras personas eventualmente pueden mirar y juzgar. Y al cambiar esta mirada, me importa menos cómo se ven en la foto las diferentes partes de mi cuerpo en las que, si no hago todo este esfuerzo, me detengo y critico.  Me miro más completa, con mis emociones de ese momento, y veo mi cuerpo como parte de toda esa experiencia.

Muchas fotos en las que estoy sonriendo no son de momentos gozosos, pero la celebración de ese cumpleaños de mi hija para mí fue inmensamente gozosa.  Me alegra profundamente sentir gozo y dedicarle este tiempo a escribir sobre eso, reconocer y apropiarme de mi capacidad de gozar. Me doy cuenta que, si me quedo mirando mi cuerpo como una imagen, me vacío a mí misma de lo que siento, me reduzco a mí misma a una foto, y me pierdo de habitar mi cuerpo, disfrutar y reconocer ese gozo para buscarlo como un indicador fundamental para tomar decisiones en mi nombre.

Deja un comentario

Carrito de compra
Abrir chat
💬 ¿Necesitás ayuda?
Hola 👋🏻 Estamos disponibles para ayudarte!