Este finde
A solas
Con otres
en casa
en la calle
en el café
sentada en el banco de la plaza
en el zoom con Ana
en la llamada con Nina y con Laura
Hablo sobre este nuevo territorio que habito al que llamo “la liberación”.
Con la velocidad de un disparo
aparece esta idea:
“Me liberé”.
Pensaba que no lo iba a hacer
hasta que mi mamá y mi papá murieran
Pero con la velocidad de un disparo
me liberé
Se me fue el enojo
se me fue la bronca
me liberé de la culpa
Me apropié de mi vida
Me confirmé
Si. Me confirmé
Me di cuenta que dudaba de mí.
Dudaba de lo que había sentido toda mi vida
La violencia de mi papá sobre mí
sobre mi mamá
sobre mi hermana
y mis hermanos
Dudaba. ¿Era violencia?
Fue violencia. Tremenda violencia.
Lo dudaba aunque el cuchillo había quedado clavado a 10 cm de mi cabeza
en la pared del living de la abuela
un domingo a la noche
mientras cenábamos.
Lo dudaba porque creía que yo lo ponía nervioso.
Lo dudaba porque ni la familia ni los amigos le decían que pare
Lo dudaba porque me insinuaban que exageraba.
Lo dudaba porque todxs decían que él era bueno
que lo tenía que entender
que había pasado por muchas cosas
que tenía muchas heridas
Lo dudaba porque mi mamá no se separó
después de ver el cuchillo a 10 cm de mi cabeza
Lo dudaba. Con razón lo dudaba
Pero con la velocidad de un disparo, me liberé
El disparo en la pared
a 10 cm del cuerpo de otro hijo
Me lo confirmó
Me liberó
Hizo que me apropie de mi vida
Con la velocidad de un disparo
me liberé.