“¿Querés torta?”; “No, gracias, me estoy cuidando”.
Mi cuerpo recurre al dolor de cabeza para avisarme cosas. Me pide que salga a tomar aire o, por el contrario, me reclama que ya estuve demasiado tiempo al sol o al viento. Otras veces se queja de que llevo muchas horas quieta o, al revés, necesita que descanse. Me avisa que es hora de comer algo o que comí demasiado. También aparece el dolor de cabeza si duermo menos de lo que necesito. Creo que también si escuché demasiado, si me hace falta soledad y silencio.
No hay escape, si me duele la cabeza, tengo que prestar atención, registrar y probar hasta que encuentro la solución. A veces el o los motivos son más obvios y otras más esquivos. Pero no puedo hacerme la distraída, se impone y tengo que hacer algo al respecto lo antes posible, porque no estoy dispuesta a vivir con dolor de cabeza.
Andar sin dolor de cabeza, tener energía y poder disfrutar parecen ser indicadores bastante confiables de que le estoy prestando atención a mis necesidades físicas. Mucho más que un número en la balanza o el centímetro. Me gustaría poder caminar, agacharme, sentarme en el piso, nadar, bailar, coger, por muchos años más. Y cuando me aparecen dolores, intentar hacer algo que me ayude, con paciencia.
Mi cuerpo cambia, sí, que yo sepa, cambiar es lo que más hace un cuerpo. Mucho más que quedarse igual, incluso durante un mismo día. Ni qué hablar cómo cambia con el paso de los años. Que se acomode la ropa a los cambios de mi cuerpo y no mi cuerpo a la ropa que tengo en mi placar. Que la imagen de mi cuerpo no determine qué como o dejo de comer, sino la energía que necesito para llevar mi vida, para todo lo que estoy haciendo y lo que me está pasando.
Que esa sea la medida y no otra que tenga que ver con la imagen externa, la que se refleja en un espejo o una vidriera, la que me devuelve la mirada desde los estereotipos y mandatos de género. Solo yo sé si estoy cansada o me siento con energía.
Esto para mí es un aspecto fundamental de “estar cuidándome”. Reclamo esa frase para referirnos a lo que para cada una hoy sea “cuidarse a sí misma” y nos invito a reflexionar y compartir nuestras búsquedas y experiencias para alentarnos e inspirarnos entre nosotras.