Nina Ferrari
Editorial Sudestada, Lomas de Zamora, Buenos Aires,
2da. Edición Ampliada
Siete horas veinte minutos de este caluroso lunes. Treinta y tres grados de temperatura, cuarenta de sensación térmica. Seguimos en tu radio amiga, auspicia Hércules Seguros. En el día de la fecha se ha reportado en la ciudad de Moreno, conurbano bonaerense, una invasión de mariposas negras.
Este fin de semana se dieron a conocer los resultados del censo nacional: el distrito obtuvo el récord en los indices de femicidios, actos delicitivos, deserción escolar y trabajo infantil. Paralelamente, manifestantes de organizaciones sociales han cortado todos los accesos y se mantienen en situación de alerta. El escándalo y la presión internacional es tal, que la gobernadora de la provincia decidió intervenir toda la administración estatal, manejar personalmente todas las concesiones de empresas privadas, en especial la de recolección de basura y los peajes. Grupos ambientalistas de origen europeo presionan para que además cese la actividad industrial.
Según los primeros testimonios, las mariposas se aparecen en las ventanas, debajo de las mesadas y adentro de los armarios. Al parecer son inofensivas, pero un grupo de vecinos en alerta se autoconvocó para exigirle a las autoridades municipales que fumiguen la zona. Estamos en comunicación con el profesor Ferrari, licenciado en biología y ciencias exactas para que nos cuente un poco acerca de este fenómeno y de estos exóticos insectos:
-Buenas tardes a toda la audiencia ¿cómo están? Les cuento: las mariposas negras son nocturnas, vuelan de noche y se sienten atraídas por la luz de las grandes ciudades, que es la misma que luego las desorienta. Han sido perseguidas debido a las supersticiones negativas que las rodean y al miedo que provocan.
Durante años, millones de mariposas negras han sufrido la muerte en sus principales hábitats, razón por la cual es frecuente que busquen refugio en la sombra. El nombre cientifico de esta especie de mariposa nativa de México es Ascalaptaadorata, el cual proviene del personaje de la mitología griega Ascalafo, quien permaneció durante mucho tiempo en el inframundo al servicio de Hades. En inglés se la conoce como Black Witch (bruja negra). En la lengua náhuatl también se le ban adjudicado un sinfín de nombres, entre los que se encuentran: micpapalotl (mariposa de la muerte), mictlanpapalotl (mariposa del país de los muertos), miquipapalotl (mariposa de mala suerte) o tetzahupapalot! (mariposa del espanto). Lo cierto es que estas mariposas han cargado injustamente con la maldición de su nombre en estas culturas, ya que pueden llegar a ser ejemplares muy hermosos.
-¿Es cierto que se mueven en grupo?
-Si. La particularidad de estos insectos es que hasta ahora nunca se los había podido observar individualmente. Se mueven en masas aéreas de mínimo trescientos ejemplares.
-Claro, entonces eso es lo que tiene a los vecinos en alerta. Tanta cantidad. Intimida realmente.
-Si. Asimismo, nuestro grupo de investigación no ha detectado ningún tipo de conducta destructiva o peligrosa. Es más, le cuento un detalle: varias veces hemos podido registrar cómo realizan figuras grupales.
-¿Como los cardúmenes de peces?
-Así es. Al parecer cierto tipo de vibración sonora estimula su actividad, y comienzan a moverse en sintonía.
-Como si fuera un ballet de mariposas.
-Exactamente. Es bellísimo. Conmovedor.
-Entonces ¿Usted opina que no es necesario alarmarse, profesor?
-Lo que acabo de darles es la información científica que ustedes me solicitaron. Abora, si me preguntan mi opinión, yo creo que deberiamos preocuparnos, y más aún, ocuparnos, de otros temas mucho más urgentes: la precarización laboral, la desocupación, el avance de lo privado por sobre lo público, la concentración de la riqueza, la discriminación, los indices de femicidios…
-Bueno si, disculpe que lo interrumpa, pero volviendo a las mariposas: ¿usted podría asegurar que no transmiten ninguna enfermedad, y que no pueden hacer daño?
-Mire, la necesidad es el motor de su migración. Se mueven buscando un sitio un poco más tranquilo y menos hostil donde pasar el resto de su vida, que, dicho sea de paso, dura apenas un día. Como lo que para la edad del mundo duran la suya y la mía.
-Usted sugiere que su intención no es atacar, sino pedir ayuda
-Las mariposas negras son como usted y yo, como todos los habitantes de esta tierra suburbana. Si nos hemos replegado, fue a fuerza de opresiones y persecuciones varias, pero aun así, resistimos. Nos dicen que somos peligrosos, cargan de prejuicios y estigmas nuestra existencia, seguramente, porque nos temen y no nos conocen.
-Licenciado, ¿cree que los funcionarios de la secretaría de medio ambiente deberían cazarlas y llevarlas a una reserva?
-Le reitero, creo que a todas las criaturas libres, más que le den una mano, necesitan que se la saquen de encima.
– ¿Y usted qué nos aconsejaría?
-Que a la hora de tratar de entender los fenómenos ejercitemos la empatía. Que el árbol de la superación personal no nos tape el bosque de las desigualdades estructurales. Que salgamos de nuestro recorte arbitrario obnubilado por la propia mesura y que pongamos en contexto.
-Sobre el tema de las mariposas, decía.
-Ah, sí, también. Le repito: no somos tan distintos. A veces la naturaleza tiene formas muy contundentes de obsequiarnos un espejo.
-Bueno, muchas gracias profesor.
-A ustedes.
Seguimos con el programa, y antes de ir a la tanda les recordamos a nuestros queridos oyentes que si salen lleven paraguas. Nos acaba de llegar un cable de último momento, las autoridades municipales sugieren que todos los vecinos se queden en sus casas para evitar picaduras o molestias, cerrar puertas y ventanas, y fumigar toda la casa con derribante.
-Vieja, ¿qué te pasa? Te quedaste helada, como si hubieras visto un fantasma.
-Qué lo tiró!
-¿Te preocupa lo de los bichos estos? ¿Querés que vaya a comprar derribante?
-No viejo, es que ayer me visitó mi mamá en un sueño. Hasta que el hombre no lo dijo en la radio me había olvidado.
-¿En serio?
-¿Podés creer que en el sueño tenía posada en el hombro una mariposa negra?
-Qué bárbaro… es creer o reventar… ¿A dónde vas?
-A jugarle al 52.
***
Treinta y cuatro grados de sensación térmica en la ciudad de Buenos Aires, se pronostica una tormenta eléctrica sin precedentes. Las mismas pueden estar acompañadas por intensas ráfagas, caída de agua en cortos períodos. Se esperan valores de precipitación acumulada que superan las medidas históricas, los frentes fríos chocarán con corrientes húmedas y la baja presión atmosférica constituyendo una verdadera alerta meteorológica. Se está evaluando evacuar la zona lindante al río ya que la represa podría colapsar. En las demás provincias se registran temperaturas superiores a los 35°C.
En el noreste del país siguen las protestas por la mega minería a cielo abierto. Crecen los índices de desocupación y la ola de inseguridad encrudece los discursos de mano dura de los candidatos de la extrema derecha.
En otras noticias, Moreno, Provincia de Buenos Aires, vuelve a ser centro de atención: en un barrio del norte del distrito vecinos del lugar denunciaron la presencia de hordas de orangutanes. Según fuentes anónimas, se trata de criaturas antropomorfas no registradas que desde sectores del oficialismo nacional atribuyen a los frigoríficos de la zona y la nula política ambiental. Como podrán recordar, en ese mismo distrito se había registrado también una invasión de mariposas negras. En el día de la fecha se han fumigado y exterminado aproximadamente treinta mil ejemplares.
El gobierno provincial declaró que dicho distrito es un territorio inviable, históricamente gobernado por el azar, la desidia y la barbarie. Han decidido convocar a las fuerzas armadas para reprimir los focos insurgentes, y además tienen la orden de deportar de manera inmediata y definitiva a los inmigrantes indocumentados. Fuentes extraoficiales aseguran que además avanzarían con topadoras sobre los asentamientos y detendrían a sus habitantes en campos de trabajo forzado. La gobernadora declaró que está dispuesta a llegar a fondo, hasta que rueden las cabezas que tengan que rodar, que no le va a temblar el pulso a la hora de aplicar la fuerza y aconsejó a la población armarse de paciencia y ajustarse lo más posible, porque se vienen tiempos difíciles y las grandes tareas implican grandes sacrificios.
—Qué violenta la calma con la los empachados nos dicen que agradezcamos las ¿no?
—A esa un día le van hacer tronar el escarmiento, acordate lo que te digo.
— Con esa cara de mosquita muerta zen, te manda al matadero.
—Yo siempre digo, son lobos disfrazados de cordero.
—Me hacés reír. Vení viejita linda que te doy un beso… vieja..
—Ay viejo, apagá la radio, que te amargás. Escuchame, ese barrio del que hablan, donde van a pasar las topadoras ¿No es donde vive Gaby?
—Sí, el barrio ese donde vive Gaby, la mamá de las nenas, la hermana de La Flaca, que tiene internada a la hija por fibrosis quística.
—¿La que es cuñada de Amira, que se quedó sin laburo cuando cerraron el frigorífico?
—Claro, igual que el Pollo, Rober y Juan, los amigos del Profe, el de acá a la vuelta.
—Sí, que está internado pobre, tuvo un accidente con la bici.
—Ay válgame Dios. Voy a prenderle una velita. Y pensar que hace unos días salió en la radio, ¿te acordás?
—Sí, pobre profe. Ojalá se salve. La hija es maestra, o profesora no sé. La amiga de Adrián.
—Y del Nani, me dijeron las nenas.
—Claro, ella trabaja ahí al lado del jardín donde va Fede, el nene de acá al lado.
—Ahí enfrente, en lo de Betina, es donde trabaja limpiando la Flaca, que me tuvo que pedir prestado para cargar la sube los últimos días del mes.
—Parece que la seño le consiguió a la Flaca para trabajar ahí, porque son sus conocidos.
—A mí los que me parten el alma son los que volvieron a cartonear, o los que se quedaron sin laburo como el Pollo.
—Sí el Pollito, que con la indemnización se puso una parrilla en la vereda de su casa. Riquísimos los sanguchitos de vacío.
—Pero si te dijo el Doctor que no podés comer con sal.
—Bueno, cuestión que el Pollo, tiene problemas por el humo con Ernesto, rejas negras, ex combatiente, el marido de Estela, tu compañera de la secundaria.
—La tía de Ramiro, el doctor.
—Sí, que me llamó afligida pobre, porque ya le confirmaron que no se va a poder jubilar como ama de casa y no le están cubriendo los remedios.
—Como a Betina, la viuda que nunca sale. La que vive en la esquina del frigorífico.
—Al final ese barrio es igualito a este, estamos todos sufriendo preocupados, convencidos de que tenemos un problema individual.
***
Veinte grados en el Gran Buenos Aires, cayeron 397 milímetros de agua en una hora. Récord histórico. Moreno, sigue el conflicto: frente a la amenaza del ejército, los vecinos tomaron el palacio municipal y se atrincheraron.
Todos los accesos al distrito se encuentran cerrados: en la zona noreste, por el desborde del Río Reconquista que desbordó de la represa. En los otros accesos, los vecinos formaron barricadas hechas de camiones, carros de cirujeo desarmados, vigas de hierros y vidrio molido.
Las organizaciones sociales están reclamando un plan de pleno empleo para toda la población del distrito, tengan la nacionalidad que tengan. Un referente sindical declaró que para expresar su reclamo y su decisión inquebrantable de exigir una solución colectiva y definitiva, en la terraza del palacio municipal, prendieron fuego aproximadamente cincuenta carros de chatarra.
Pero lo más curioso de todo, es que además, los camiones del ejército tuvieron que retroceder porque las bordas de mariposas se posaban sobre los parabrisas, anulando la visión y entorpeciendo el paso. La persistencia de los insectos contra los vehículos generó un choque en cadena.
La imagen ha recorrido el mundo, por lo que generó presión de los organismos de derechos humanos internacionales, instando al gobierno a que le dé al conflicto una solución pacífica.
—Qué bárbaro vieja, ¿quién lo iba a creer? Pasamos de ser un punto perdido del mapa a ser tapa de todos los diarios
—Eso de las mariposas me conmueve tanto, como si nos estuvieran defendiendo los bichos.
—Y la imagen de los carros, el río desbordado. Todo. Y decí que ya no me da el cuerpo, que si no, yo hubiera sido el primero en encender la mecha.
—Me imagino. Me quedé pensando, por ahí podemos ofrecerles una mano, cocinando o algo así.
—Es verdad, voy a acercarme hasta allá.
—Ay viejo, pero tené cuidado, ya no sos un pibe, acordate. No hagas locuras. Yo me quedo, porque me dijo Gaby que necesitaba dejarme a los chicos.
—Ay qué alegría, me encanta cuando vienen.
—Bueno, escuchame, de paso jugale.
—Sí claro. Más vale. Mirá si me la voy a perder. Vos sabés vieja, que todo esto me llenó de esperanza. Siento como que una parte de mí que se había resignado, volvió a creer. Me siento lleno de energía.
—Me alegro mucho, la fe, es lo último que se pierde…
—Como decía mi viejo, morimos un poco cada vez que dejamos de creer.
Contratapa:
«Mariposas Negras nos transporta al barrio de veredas recién regadas, timbre de bicicleta en la vereda y vecinas charlando en el almacén.
Y cuando nos instala allí, confiados y sonrientes, Nina Ferrari nos descoloca, nos incomoda, desmitifica la visión naif de quienes no conocen el barrio, y lo muestra tal cual es, en su caleidoscopio de luces y sombras que lo vuelven real.
El pibe derrotado por un sistema que vende meritocracia y te la cobra en sangre comparte la vereda con las pibas hartas del piropo y con el hombre que encuentra la fábrica cerrada.
No hacen concesiones estas Mariposas Negras. No se dejan pintar de colores ni se ponen caretas, mientras nos acarician la nostalgia y nos muerden la conciencia.
La vida suburbana, desmitificada, pero sin perder su poesía, esa, que solo pueden decodificar quienes la llevan en la piel y en la pluma, nos mira, agita las alas, se nos enreda en el pelo y nos convida a un vuelo de prosa impecablemente imperfecta». (Cecilia Solá, en el prólogo)
«Nina nos lleva a través de su pluma conurbana a pasear por sus relatos llenos de historias de gente común, de vecinos y vecinas, de amores y desamores, de obreros y obreras con sus vidas marcadas por la rutina diaria, y con la esperanza de que, alguna vez, las cosas salgan bien. Nina es la chofer del 203, que acelera y baja la velocidad a medida que vas leyendo. Nina atraviesa la frontera imaginaria más allá de la General Paz con su narrativa. Nina nos hace sentir parte en cada hoja. Mariposas Negras, entonces, es un viaje de ida al lejano Moreno, en un 203 con aire, sentado en el último asiento, con ganas de llegar a casa, dormir y arrancar temprano de nuevo». (Damián Quilici, en el epílogo)
Sobre la Autora:
Nina Ferrari es escritora, teatrista, docente, clown y dramaturga. La primera edición de Mariposas Negras se imprimió en 2018. Es autora de las obras Quiebre 2001 y La misma. Actualmente trabaja en su nuevo libro de poemas y de microrrelatos llamado Los días se volvieron ceniza.