La moda SI incomoda.

En estos dias, y con el cambio de estación,  empezamos a ver por todas las redes de las revistas -especialmente las orientadas a mujeres-, y las páginas de marcas de ropa y accesorios, ediciones dedicadas a la nueva temporada y las “tendencias”.

Como en estas imágenes que usamos de ejemplo, sin dejar de advertir que existen otras ediciones similares; en estas ediciones el foco está puesto en decirnos a las mujeres qué cosas tenemos que comprar para lucir «como nos dicen que debemos lucir», ya sea desde el maquillaje, cortes de pelo, tinturas y accesorios, nada escapa a este negocio mil veces millonario asentado sobre la promoción de la inseguridad de las mujeres.

¿Por qué decimos que se basa en la inseguridad de las mujeres? Porque al mostrar un modelo de mujer que es uniforme y único, -todas las modelos que aparecen son tan similares que es difícil distinguirlas- nos están diciendo a todo el resto de las mujeres es decir al 99% que como somos no está bien. Porque claro, no somos ni tan jóvenes, ni tan  delgadas, ni tan rubias, ni tenemos el pelo tan largo, ni la piel tan blanca, ni nuestras bocas aparecen prominentes, ni mil cosas más que necesitaríamos horas para enumerar.

Esas imágenes de mujeres idénticas, las venimos viendo a razón de 14 horas por día, como dice Laura Visco, desde que nacemos, cualquier contenido multimedia las tiene, pero también están en las vidrieras de los negocios y los carteles de las autopistas. Pernean en nosotrxs sin que podamos  evitarlo. Y eso impide, inhibe, la  posibilidad de mirarnos y mirar a nuestro alrededor para descubrir que en verdad nuestras madres, hermanas, amigas, primas, vecinas compañeras de trabajo, mujeres que

admiramos; se nos parecen a nosotras, que nosotras somos el 99%  y que esos modelos lo que hacen es imponernos un ideal inalcanzable ya que ni siquiera esas mujeres cuyas imágenes se multiplican ante nuestra vista son como aparecen en las producciones en las que se retocan sus cuerpos por completo.

Es así que estas revistas que salen una por temporada, como los suplementos detemporada de las revistas no dirigidas especialmente a mujeres, lo que pretenden es que compremos cosas que no necesitamos para ser quienes no somos. El negocio de las revistas y las marcas es contarnos que tenemos que comprar lo que ellas venden porque sino no seremos aceptadas.

En esas revistas, que además, -y especialmente las de colecciones-, salen unos cuantos pesos, nos vamos a encontrar con cientos de páginas de publicidades de las marcas de ropa y accesorios, aproximadamente el 80% del contenido se trata de eso, publicidad lisa y llana, no hay nada más.

Las imágenes que vamos a ver, una tras otra, serán todas idénticas;  mujeres muy
jóvenes, algunas adolescentes, hiper delgadas, muy muy flacas, algunas sexualizadazas otras absolutamente apáticas, con la boca abierta y la mirada un poco perdida, el 90% tendrá el pelo largo y lacio, el 100% aparecerá con su cuerpo editado, las pieles tendrán una textura que no existe, casi ninguna sonreirá, ni dará la apariencia de una mujer fuerte, potente, poderosa, no veremos mujeres de acción. Veremos mujeres maniquíes.

La moda, que no es otra cosa que una industria, se ha encargado desde siempre de insegurizarnos e imponernos la forma en que debemos lucir, pero sobre todo,  la forma que nuestros cuerpos deben tener, ya que los talles, el tamaño de la ropa, su forma,  es lo que hace que muchas mujeres se sientan incómodas con su cuerpo, que se sientan «gordas» o «fláccidas» con demasiada o poca cola, con demasiadas o pocas mamas, con poca o mucha cintura, con las piernas muy finas o muy gruesas y así un largo etcétera de todo  ¿El problema son los cuerpos? ¿En serio pensamos que el problema son nuestros cuerpos? ¿O el problema es que se  nos muestra un modelo único de ropa, de forma de ir vestidas, de talles pequeños, de delgadez extrema de formas incómodas, de ropa ceñida?

No son los cuerpos el problema. El problema es la ropa.

La pregunta que sigue y que nos hicimos fue ¿Por qué esto es así?

¿Quienes diseñan la ropa ? ¿Cómo se crean/ imponen estas «tendencias»?

Bueno, hay un dato interesante que podemos traer,  los grandes creadores de las tendencias mundiales en cuanto a la moda son diseñadores hombres.

¿Suena loco no?

Si bien sabemos que existe en cada época alguna diseñadora de renombre, en general en su mayoría son hombres los que deciden que forma va a tener la ropa que vamos a usar, hombres que tienen cuerpo de hombre, hombres que no usan ni corpiño, ni ropa ajustada, ni tacos altos, ni collares, ni aros, ni medias de nylon, ni maquillaje, ni tinturas, son esos hombres, que no saben como se siente todo eso en el cuerpo todo el día, los que deciden que usamos las mujeres sobre nuestra piel. Son hombres los que deciden que  ser mujeres es usar esas ropas, esas zapatos, esos accesorios.

Ellos  imponen que  usemos zapatos con tacos altos  que nos deforman los pies y la columna; esos zapatos que ellos nunca usarán.

Y oh maravilla, sucede lo mismo con las tendencias en peinados, los grandes coiffeures son hombres, ellos dictaminan que la tendencia es que tengamos el pelo de tal o cual manera que justamente nunca es como lo tenemos. ¿Les suena?

Se nos dice que  ese es el «precio de la elegancia» porque «la moda no incomoda» o sentencias  vacías de sentido que hemos leído y escuchado desde que nacimos.

Pues queremos decir que para nosotras eso es mentira, la moda  incomoda, la moda cuando se impone como norma  puede ser muy cruel. Incomoda no solo nuestros cuerpos, incomoda nuestras subjetividades, nuestros deseos, ¿Por qué tenemos que parecer todas iguales? ¿Por qué alguien tiene que decirnos que colores debemos usar para estar «in»? ¿No les suena ridículo?

Y esto no es gratis para nosotras, muchas mujeres sufren, muchas se enferman, la bulimia y la anorexia están directamente relacionadas a la imposición de estos modelos pero también la baja de la autoestima en las mujeres, y la construcción de esta cárcel que para muchas es el culto a la apariencia, dedicar tiempo valioso y hermoso de nuestras vidas para tratar de encajar en un modelo cruel, que nos mutila lo propio, que nos obliga a editarnos el cuerpo, de mil diferentes maneras.

¿Y que pasa con las niñas? Consumen estos modelos, y sufren. Las infancias se sexualizan porque los modelos están sexualizados. Todo el tiempo recibimos mensajes de adolescentes y mujeres muy jóvenes que nos cuentan cosas como estas en este caso en relación a una publicidad de Ona Saez » Esta chica tiene no más de 16 años, totalmente sexualizada, con esta publicidad lo que me pasa a mi otra adolescente de su edad, es que tener un cuerpo más normal está mal, que tengo que tener el mismo cuerpo de esa chica, me lo imponen inconscientemente hasta el punto que cada vez me cuesta más aceptarme»

Nuestra invitación a todxs, nuestro pedido y llamado a la acción es a no consumir esto y es a estar atentxs, no necesitamos seguir tendencias, no necesitamos parecernos a modelos que nos imponen, no necesitamso encajar en ropa /moldes, no queremos, no hace falta.

No queremos esto para nadie, y especialmente  para las mujeres que hoy son niñas y adolescentes , por eso en estos días de consumo y lanzamiento de colecciones, y todo esto que nos pisotea la autoestima con persistencia, nuestra invitación es a mirar distinto, no solo mirar distinto lo que nos quieren vender, y señalar y repudiar, sino mirarnos distinto a nosotras, a nuestros cuerpos, a los cuerpos de las otras, seamos amables, seamos amorosas con nosotras y con las otras, habitemos nuestros cuerpos con amorosidad, en ellos está la huella de los cuerpos de las mujeres que nos antecedieron y de las que vendrán; y también está nuestra historia, nuestro recorrido.

Queremos ser libres, queremos salirnos de esa comparación, queremos que dejen de imponernos moldes /ropa en los que no cabemos, no encajamos, nos oprimen, no nos dejan sentir, correr, ser libres.

Todas invitadas a decirle no a las tendencias que nos quieren imponer.

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