Hace unos meses, si unos meses nada más, publicamos esta nota sobre el caso de Nahir Galarza, que hoy fue condenada y ya hay imágenes de ella por todas partes incluidas las revistas que jamás mostrarán la cara de un femicida.
De Nahir sabemos su nombre, conocemos su cara, su vida, todo.
Simplemente porque es mujer, porque los medios se encargaron de mostrar su imágen y escibrir su nombre mil veces.
Nahir fue condenada a la pena máxima para el delito que cometió, sin atenuantes en tiempo record.
Mientras tanto -por poner un solo ejemplo- los asesinos de Lucia Perez, esa nena violada y empalada en Mar del Plata, están en sus casas, mirando la TV. Y hoy también absolvieron al único detenido por el caso de Natalia Melmann que en 2001 fue secuestrada, violada y asesinada en Miramar.
De muchas de las mujeres asesinadas ni siquiera sabemos los nombres, de sus femicidas, mucho menos, desaparecen, se esfuman, son invisibles, los invisibilizan. Como si no fueran humanos, como si no fueran hombres.
Hoy los medios nos bombardean con fotos de Nahir, porque es necesario que las mujeres entendamos el mensaje que nos quieren dar.
Muchas veces se habla del machismo en la justicia y en los medios, bueno, es esto que vemos hoy, es tener un tratamiento diferente de los temas por el solo hecho del género de quienes están involucradxs.