Campaña Hermana Soltá la Panza – Parte 2
Re mil esto.Soltar la panza es dejar la orilla. Dejar de tratarnos a nosotras como nos tratan, de pensar que solo vamos a valer cuando no tengamos panza o nos parezcamos más al ideal imposible. Soltar la panza es también meter las patas en en el agua, dejar la orilla, convencernos de que tenemos derecho a disfrutar, sentir, jugar sin esperar a que llegue el día de la aceptación, o de “sentirnos hermosas”, como nuevos horizontes inalcanzables; quizás sea más importante sentirnos vivas y capaces de regalarnos el disfrute que hasta ahora nos negaron. Vamos que vamos compañeras, que de la orilla salimos juntas.
#HermanaSoltaLaPanza
Muchas de nosotras pospusimos la vida esperando a ser flacas, a no tener panza para hacer eso que queríamos mucho, un deporte, un laburo, salir, disfrutar algo, o sea, para vivir y existir con dignidad. Como si por ser como somos no tuviéramos derecho a la comodidad, al placer, a tratarnos bien y que nos traten bien, porque eso es lo que nos enseñaron y nos sigue enseñando la cultura con su bombardeo diario.
¿Les pasó? ¿Qué pospusieron o posponen para cuando sean flacas o no tengan panza? ¿Cuánto más vamos a esperar para vivir?
#HermanaSoltaLaPanza
Soltar la panza es salir de la idea que nos siembran todo el tiempo, de que somos objetos para agradar a la vista, que solo seremos valoradas y queridas si encajamos en el ideal de belleza hegemónico y entonces si eso no pasa tenemos que quedarnos en las sombras esperando y conformarnos con una existencia a medias, avergonzadas y silenciadas, cómo si valiéramos menos, mientras la vida pasa.
¿Acaso no hemos admirado y amado a nuestras mujeres queridas con sus panzas, sus rollos y sus cuerpos como son? ¿Acaso esperábamos que adelgazaran para quererlas? ¿Y si hiciéramos lo mismo con nosotras ?