De la publicación de @estherpinedag, quien nos expresa profundamente.
“Como siempre la atención y el protagonismo quedó reducida a los hombres y la violencia entre ellos, pero hablemos de como Chris Rock quien produjo en 2009 el documental «Good hair» (Pelo bueno) y conoce muy bien la importancia del cabello para las mujeres negras en el contexto del racismo y la industria que se ha desarrollado en torno a este (no es ignorancia), recurrió una vez más al anacrónico recurso de la «comedia» de burlase del físico de las personas, y ejerció #ViolenciaEstética frente cientos de colegas y millones de espectadores contra la afroamericana Jada Pinkett, motivado en la calvicie que sufre producto de una enfermedad autoinmune.
Este es una claro ejemplo de como la belleza ha sido construida y erigida como una valor social, no importa si tienes fama o no, si tienes recursos económicos o no, si tienes acceso y visibilidad mediática o no; si eres mujeres, y más aún una mujer negra, estás siempre siendo juzgada y expuesta a ser violentada por tu apariencia física si por alguna razón no respondes a la expectativa de belleza que se ha construido para ti. Sin embargo, pese a la gravedad de este hecho y la persistencia de esta narrativa, la academia no se pronunció sobre la agresión de Chris Rock contra Jada, los medios solo reseñan lo ocurrido entre los dos hombres y la mujer apenas si es nombrada como «la manzana de la discordia»; pero lo que Jada pensó y sintió de esta agresión, lo que piensan y sienten millones de mujeres todos los días ante las agresiones que sufren producto de los estereotipos de belleza, queda invisibilizado y silenciado en medio del ruido de las palabras e imágenes de lo que los hombres dicen y hacen, mientras que la violencia estética carcome en silencio el cuerpo y la psique de las mujeres.”
La violencia estética en forma de chiste, #NoVaMas