Sacarse el maquillaje,
bajarse de los tacos ,
parase adelante del espejo,
soltar los brazos,
aflojar los hombros,
mover la cabeza de un lado al otro
decir si,
decir no,
y mirarse en el espejo,
mirarse a los ojos,
mirarse largo
y mirarse profundo,
¿qué ve?
¿se ve?
¿qué ve cuando se ve?
Todo eso,
ese hermoso ser humano
esa mujer,
es usted,
y está viva.
Mírese bien,
mire profundo,
siga mirando al fondo de sus ojos,
agradézcase,
agradézcase por el camino,
agradézcase el recorrido,
agradézcase a usted misma,
todo lo que la trajo hasta acá,
a este momento,
delante de este espejo,
para hacerse esta pregunta,
la pregunta,
la única que vale la pena hacerse
siempre,
la pregunta que dice;
“¿qué estoy hacienda acá?”
Y cuando se la haga,
otra vez,
mire al fondo de sus ojos
sostenga la mirada,
y espere la respuesta
que sola llega…
siempre.