¿Dónde están las feministas?

Es una pregunta que se lee cada vez más seguido en las redes. Al principio, aparecía cuando surgía algún tema relacionado con problemáticas de género.

Parece que las feministas somos una liga de superheroínas cuya misión… ¡cuya obligación, faltaba más! es resolver todas y cada una de las injusticias de este mundo. O por lo menos, pronunciarnos sobre ellas. Como si fuéramos una mente enjambre con una opinión unificada sobre todo tema que se presente, y no un movimiento político y social atravesado por una multitud de diferencias, experiencias e intereses.

A quienes reclaman dónde están las feministas no les interesa, dónde estamos. Si hablamos dirán que no hacemos, si hacemos dirán que no alcanza. Su objetivo no es invitarnos al debate o a liderar la acción directa, sino encontrar otra forma de escarnio. Como cada vez les cuesta más silenciarnos, querrán obligarnos a hablar dónde, cómo y cuándo nos lo exijan.

Una nueva y sutil forma de controlar nuestras voces. Por @soyamadecasa para @mujeresquenofuerontapa

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