Hola amiga,
Anoche, cuando me dijiste que el padre se llevaba a la niña a la playa y que aprovecharamos que quedabas sola para encontrarnos, tardé 5min en prepararme para salir. Y es que el plan era a las 9 pero cuando existe la posibilidad de estar solas hay que aprovecharlas, sabemos lo bien que nos hace conversar así.
Me contabas lo difícil que es estar lejos de tu hija, la cantidad aproximada de horas que puedes estar lejos de ella sin sentir angustia o preocupación, del cansancio por estar haciéndote cargo casi en exclusiva de sus cuidados, de la alegría que sientes al haber conseguido ayuda de alguien para la limpieza de la casa.
Recordé mis tiempos de crianza y lo difícil
que es hacer cosas que no sean maternales. Lo duro que es no verse y vivirse como madre todo el día, todos los días. Porque yo creía que sería así solo mientras son chiquitites, que cuando crecieran podría ser mujer otra vez. Pero no es así. Podemos quedarnos
eternamente en ese lugar. Como muchas de nuestras antes pasadas.
Que difícil se hace vivir como queremos, usar los derechos que nos dicen que
tenemos.
Me alegra que sigamos batallando para realizar estos encuentros que nos sacan de la rutina femenina que venimos reproduciendo por tantas generaciones. Sigamos intentando abrir estos espacios para salir de aquellos en los que nos quieren confinar. Vivamos como mujeres más allá de la madre que somos. Nos queda tanto por crear fuera del ámbito
maternal.
Te quiero y me encanta ser tu amiga
Silvia