Campañas que cosifican
Una revista que existe desde hace décadas cosificando y sexualizando mujeres, reproduciendo estereotipos de género que nos imponen un rol social que nos somete, objetos para agradar la vista, enamoradas o sufriendo por amor, felices madres viviendo maternidades rosas. Que muestra como única vía de visibilidad de las mujeres la cosificación. Una revista que subsiste reforzando los mandatos sociales que nos están matando, hace una campaña para “concientizar sobre la violencia de género”.wooooooow. Fuerte.
¿De que se trata la campaña? ¿De dejar de cosificarnos? No. Los cuerpos de mujeres que habitualmente aparecen sexualizadas en sus tapas y notas, ahora se muestran violentados, en escenas de sufrimiento y muerte como consecuencia de la violencia de género. Los mismos cuerpos sexualizados, ahora sin vida. Si. Lo que vemos todos los días en la vida real, pero “estetizado”. Qué apropiado ¿no? ¿Qué nos dicen esas imágenes, las mismas que vemos masivamente? Que eso es ser mujeres, convertirnos en víctimas, objetos. Que eso es lo que nos va a pasar. ¿Qué les enseña a los varones? Qué eso es lo que pueden hacer con nosotras y que no pasa nada, porque de hecho los perpetradores ni siquiera aparecen en la campaña. A ellos no se les habla.
“Casualmente” no sea cosa que se incomoden.¿Cual es el efecto de seguir mostrando mujeres violentadas y sufriendo? Sabemos hace tiempo que estas campañas no sirven, no solo no sirven, revictimizan, nos siembran el miedo y enseñan a los violentos a violentar. La única campaña que tienen que hacer estas revistas es dejar de sexualizar y cosificar mujeres, dejar de mostrarnos como muñequitas tontas diseñadas para el gusto y placer de los varones, dejar de insistir sobre el estereotipo de mujer blanca, delgada, joven, de pelo largo, sexualizada y semidesnuda que habla del amor y de la maternidad. Dejar de ser parte del problema. Lo otro marketing y maquillaje. Exijamos que dejen de subestimarnos y de usarnos para llenarse los bolsillos.
Levantemos la voz para que no crean que con una campaña de fotos se pueden lavar las manos de décadas de construir violencia simbólica simbólica.